ANÁLISIS DE APLICABILIDAD DEL DESARROLLO SOSTENIBLE EN EL CONTEXTO BOLIVIANO: ¡UNA NECESIDAD URGENTE!

Foto: NulfoYala (2022)

La implicancia de la Gestión pública es de amplio abordaje, pues debe responder a las necesidades de sociedades organizadas y retos globales, nacionales y regionales.

Este abordaje ha pasado de ser meramente económico (y su consecuencia inmediata: el desarrollo económico). Las necesidades actuales lo sitúan en un enfoque más amplio, a través de dimensiones sociales y ambientales; para lo cual la cotidianidad exige y demanda un modelo de gestión pública de calidad, donde los gobiernos se hagan cargo de los resultados de sus acciones y promuevan y garanticen una vida digna de sus habitantes y las otras especies que habitan los territorios

Entonces, la historia en definitiva ha demostrado que el modelo de desarrollo actual es insostenible y deriva en múltiples consecuencias en el medio ambiente y la sociedad humana. Para contrarrestar esta situación surge el concepto de sostentabilidad, para equilibrar las principales dimensiones: como el medio ambiental, el desarrollo y la dignidad humana.

En ese marco, los Estados tienen un rol protagónico desde la gestión pública, porque es donde se introducen paradigmas de desarrollo, acertados o no. Entonces, el análisis histórico y de consecuencias de los modelos de desarrollo convencionales, apuntan del desarrollo sostenible, por su implicancia en un desarrollo más inclusivo y con menor impacto ambiental.

Si analizamos el contexto boliviano, se observa claramente que su desarrollo se ve limitado por la deuda histórica de los países “desarrollados”, producto de una economía extractivista y de exportaciones y una obsesión por igualar el desarrollo de los países de centro como una estrategia de acumulación a nivel mundial. Esto sin tener en cuenta que, un país como Bolivia no es necesariamente subdesarrollado, sino que posee una oportunidad innata de adecuarse al modelo del desarrollo sostenible; pues se constituye en un país suculento en recursos naturales; pero que requieren ser conservados para las generaciones futuras y que tendrán como base de su desarrollo, estos recursos.

También, considerando la alta dependencia de Bolivia y otros países de América Latina y el Caribe a la globalización; el desarrollo sostenible ofrece un desarrollo más regional y una alternativa a la división internacional del trabajo que promueve la “especialización” de los países, pero desde una perspectiva meramente de actualidad. Dicha especialización profundiza las relaciones de dominación de los países de centro y los de la periferia, con posiciones divergentes. Con el desarrollo sostenible ofrece una alternativa para ir en contra de las fuerzas concéntricas de la economía mundial, a la par de conservación de los recursos naturales.

Considerando adicionalmente la equidad social que pregona el desarrollo sostenible, las economías más globalizadas que promueven el desarrollo meramente económico – que alimentan al sistema capitalista-  profundizan las desigualdades sociales y por ende la pobreza; no obstante, el desarrollo sostenible apuesta porque cada vez existan menos poblaciones relegadas, y Bolivia, es sin duda, una de las regiones donde más se ha profundizado estas desigualdades.

Como mencionó Soros, el imperio del capitalismo genera una cobertura global pero invisible; y tiene como principal limitante para su expansión la soberanía de los estados, sobre todo en términos territoriales. Entonces, el desarrollo sostenible, aparece como una alternativa al crecimiento de ese monstruoso sistema, que haría más de las suyas si los estados no tuvieran soberanía. Por esta razón las naciones, como Bolivia, tienen como política pública y pregonan la autodeterminación de los pueblos a la hora de establecer modelos de desarrollo acordes a su realidad.

Adicionalmente Bolivia tiene zonas con altos índices de desertificación, que hacen que existan zonas de alta vulnerabilidad a los efectos del cambio climático; donde las alternativas del extractivismo minero y agrícola, no tienen otra opción en lo futuro, que optar por el desarrollo sostenible; pues de lo contrario, estos ecosistemas extremos tienen una amplia posibilidad de colapsar.

Además, se encuentra presente el aspecto pluricultural de estado boliviano, que se concibe como un escenario propicio para la introducción en la Gestión Pública desde los gobiernos y territorios indígena, originario campesino, ya que el patrimonio de sus saberes locales y ancestrales y su relación con la Pachamana y su cuidado, coinciden con las premisas del desarrollo sostenible.

Por último, la alta biodiversidad presente en Bolivia, tanto desde el punto de vista ecosistemas, especies y genética, hace que la Gestión Pública como país, tenga una mayor responsabilidad sobre su conservación. Y como Bolivia ha ratificado el convenio de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad, el camino para alcanzar sus metas debe transitarse desde el desarrollo sostenible, desde un diseño participativo e integrador de las potencialidades como país, con visión de futuro.

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